Una feria de San Blas hasta la bandera, acompañada por un 3 de febrero de sábado y con un sol inusual para estas fechas, ha congregado a cientos de personas en Zelaieta, Abadiño. La muestra de nuestros agricultores y ganaderos ha contado con 190 cabezas de ganado y 81 puestos de productores.
Precisamente, entre ellos han destacado un espacio cárnico local, Latxaberri Txahal Okela y Las Madrazas, de Sartaguda, en fruta y verdura, que han sido reconocidos como los mejores puestos de San Blas 2024.
La organización de una de las ferias agrícolas y ganaderas más importantes del territorio como es San Blas siempre representa un esfuerzo titánico por parte del Ayuntamiento de Abadiño, las diferentes áreas y profesionales del consistorio involucradas, y los expositores y trabajadores.
En Alkimax nos hemos sumado a dicha determinación ofreciendo el mejor equipamiento. En Abadiño hemos provisto con barreras medianeras y conos – para la gestión del tráfico–, vallas galvanizadas – para delimitación de casetas y de animales, en esta última misión nos hemos hecho virales– y de plástico –para espacios musicales–.
Asimismo, gracias a nuestro servicio de transporte y utilización de carretilla, hemos, en todo momento, asistido y facilitado el trabajo a la brigada municipal.
Muestra ganadera
Las personas visitantes de toda Euskadi han podido disfrutar de una muestra ganadera en exposición que ha contado con ganado vacuno de razas frisona, pirenaica, limusina y blonda. Justamente, un ejemplar de esta familia, se ha hecho viral tras lanzar una coz a un inconsciente que acariciaba al animal.
Entre los animales autóctonos han destacado las vacas terreñas, montxina y betizu. Además de caballos de monte, pottokas, asnos de las Encartaciones, ovejas carranzanas cara negra o cabra azpi gorri.
Los expositores del mercado agrícola han mostrado sus mejores productos. Además de los tradicionales frutos de la huerta, regados con sidra y txakoli, también se han podido adquirir los habituales pasteles, pan, queso y miel. Sin dejar de lado, productos lácteos y cárnicos, chacinería y paté. Tampoco al faltado las tradicionales rosquillas y pasteles de San Blas y el cordón que todo dolor de garganta previene y cura.
Tampoco han podido faltar, otros espacios que se han convertido en tradicionales: maquinaria agrícola, viveristas y artesanía o puestos de ferretería, útiles de madera, cestería o guarnicionería, han dotado de respuestas a las necesidades de las personas asistentes.
Un año más, la feria de San Blas se ha despedido con la cercanía como seña entre el ciudadano y el agricultor y el ganadero. Una semilla que deberíamos brotar conjuntamente todo el año.